Dormir bien, crecer mejor.

Una de las cosas que mejora el crecimiento de los niños/as (sean de la edad que sean), y que ayuda a tener una mejor vida adulta, es el sueño. El sueño es un HÁBITO, por lo tanto, SE PUEDE ADQUIRIR. Dormir bien es algo anhelado por todos, especialmente por esas mamás y esos papás que se pasan las noches en vela buscando como dormir a sus hijos/as. Si el niño/a y la mamá o el papá duermen bien, estarán mejor y vivirán más felices.

Por tanto, esta entrada va dedicada a una de mis fans incondicionales, una mamá guapísima que se llama Cristina, que tiene dos niñas preciosas y que necesita consejos o técnicas para que puedan dormir bien.

Voy a dividir esta entrada en dos partes: el sueño de los bebés o lactantes (entendamos bebés como niños de 0 a 2 años) y el sueño en la niñez (de 2 a 6 años). De esta manera abarcaré dos grandes etapas evolutivas para que cada uno coja la que más pueda interesarle.

Quiero recalcar que no soy una experta en esto (sobre todo a estas edades que os pongo), pero que lo he intentado y ahí va.

 

 

*El sueño de los bebés o lactantes (de 0 a 2 años):

Quizás el dormir bien para los bebés o lactantes sea un tema más complicado del que nos pensamos. Los bebés recién nacidos necesitan alimentarse cada poco tiempo, es por eso que su sueño puede llegar a ser más irregular. Pero aunque sea irregular su sueño, ya podemos ir marcando ciertos hábitos para que, por lo menos, duerma mejor:

Envolver al bebé con una mantita, de forma que quede apretadito: de esta manera le otorgaremos calidez y además se sentirá muy seguro.

Establecer una rutina: es bueno que les establezcamos desde pequeños una rutina. Por ejemplo, bañarse a la misma hora. También es bueno levantarlo por las mañanas a la misma hora, para que su ritmo biológico se vaya adaptando. Este punto es clave para garantizar un mejor descanso en el lactante.

Las nanas: cuando el niño llora solemos utilizar nanas para calmarle. Esto está bien si la nana sirve como principio y como fin del llanto, es decir, cuando se acaba la nana finaliza el llanto. Si les acostumbramos a esto desde pequeños sería genial, pero lamentablemente a veces la realidad no es así. No podemos acostumbrarles a estar cantando hasta que el niño quiera parar de llorar. Aunque sea pequeño a veces hay que ponerle freno. Si no para con la nana, lo metemos unos minutos en la cuna, para que él se vaya dando cuenta de que si no para, no hay canciones. Son muchos los psicólogos que discrepan sobre el tema del llanto. Algunos opinan que es mejor dejarles llorar y ya está (cosa que no me parece bien, creo que lo correcto es controlar el llanto), y otros creen que el niño no debe llorar bajo ningún concepto (tampoco estoy de acuerdo, ya que el llanto es algo natural en los bebés, es su manera de manifestar lo que sienten). Por tanto creo que lo mejor es adquirir un término medio. «Ni mucho lloro, ni mucho brazo». NO hay que acudir al primer llanto, pero tampoco dejarlo que se quede afónico.

Trabajar con la luz: el niño debe distinguir desde pequeño que, durante el día, existe la luz natural, y durante la noche, estamos en oscuridad. No es bueno dejar pequeñas luces o la luz encendida, debe acostumbrarse a los ritmos naturales de la iluminación.

Mi cuna, mi espacio: el niño debe dormir siempre en su cuna, nunca en la cama de los padres. Este elemento también lo podemos asociar a la rutina, ya que, si siempre duerme en el mismo sitio y además sabe que es su sitio, estamos estableciendo ya parámetros rutinarios.

No comemos para dormir, sino para vivir: el momento en el que un bebé toma leche materna o toma el biberón es siempre un momento relajante donde está satisfaciendo sus necesidades. No debemos acostumbrarle a que se duerma mientras toma el pecho. Si se duerme hay que despertarlo para que así no se acostumbre a dormirse con el pecho. Esto es muy importante, ya que muchas madres cometen este error y luego se las ven y se las desean para solventarlo.

Os dejo un vídeo de uno de los expertos en sueño, Eduard Estivill. Tiene varios libros y creo que es un hombre bastante competente. En Internet hay opiniones sobre el Método Estivill de todo tipo. Yo no soy partidaria de seguir un método concreto, soy de la opinión que, de todos los que hay, hay que coger lo mejor de cada uno. Pero cada cual que haga lo que más le convenza.

 

 

*El sueño en la niñez (de 2 a 6 años)

En esta etapa, aunque el pequeño ya ha crecido, también pueden darse problemas del sueño.

La rutina: aquí el tema de la rutina se vuelve mucho más importante. Debemos inculcarle al niño horas para hacer las cosas, y debe ser él quién, al cabo del tiempo, nos diga que es su hora de dormir, que es su hora de bañarse…etc.

-Reemplazar la figura del padre o la madre por un objeto que lo sustituya: muchas veces los niños necesitan dormirse teniendo a su mamá o a su papá delante porque se ven más protegidos. Esto no es bueno, ya que si se acostumbra, no se podrá dormir él solo en un futuro o no descansará lo suficiente. Para ello lo más recomendable es darle algún objeto o muñeco y decirle que cuidará de él por las noches. Uno de los sentidos más desarrollados en los niños y en los bebés es el olfato, por tanto sería bueno rociar al muñeco con un poco de colonia del padre o la madre, para que sienta que están ahí con él. Esto también es muy positivo para utilizarlo en la etapa anterior.

El tema de los chupetes: si tu hijo todavía utiliza chupete, es bueno dejar alguno por la cuna para que lo encuentre por la noche mientras duerme.

Ser más estrictos con la luz: al dejar al niño en la habitación después de darle las buenas noches, apagaremos la luz y dejaremos la puerta abierta. Es importante que continúe estableciendo los ritmos de la luz natural.

Os dejo otro vídeo que me ha parecido interesante del psicólogo especialista en alteraciones del sueño Francisco Javier Segarra, que trabaja en la Clínica del Dr. Estivill.

Hay cosas que sirven para ambas edades, pero he preferido separarlo así para que quede bien diferenciado. Espero haberos ayudado, sobre todo a Cristina, y que os haya gustado la entrada.

Ana 🙂

2 comentarios en “Dormir bien, crecer mejor.

  1. Desde luego dormir bien es una necesidad, sobre todo para nuestra salud, así como para nuestro intelecto, me refiero a que puede ser, o más bien es, una herramienta más para solucionar los problemas a los que nos enfrentamos día a día. Visioné un programa de redes que versaba acerca de este aspecto, no he sido capaz de acordarme de cuál es o de a quién entrevistaban.
    Pero he encontrado un artículo que versa sobre este respecto. Esgrimiré a grandes rasgos este:
    Las investigaciones nos dicen que los seres humanos somos capaces de resolver problemas durante nuestro sueño.
    Los sueños tienen una naturaleza poderosamente visual e ilógica, por lo que pueden explorar posibilidades que despiertos no barajaríamos o no seríamos capaces de considerar y estudiar, como dice Deirdre Barrett, psicóloga de la Universidad de Harvard, es un tipo de pensamiento “fuera de la caja”, es decir, fuera de nuestra limitaciones racionales y lógicas, que la resolución de problemas necesita.
    Freud propuso que los sueños existen para cumplir nuestros deseos. Pero que poco podían ayudar a o ser útiles en el mundo físico.
    Otros han propuesto que los sueños son más bien un efecto del ciclo del sueño, que ocurren durante la fase REM, que tiene varias funciones, entre ellas: resetear una parte del cerebro, por lo que unas áreas están activas y otras no, y “rellenar” la química del cerebro, como los neurotransmisores.
    En opinión de Barrett la evolución no desperdicia nada y por tanto no cree que esta fase REM sólo tenga o pueda tener esta función.
    Asimismo, también ha estudiado la resolución de problemas, desde los más simples hasta problemas complejos.
    En estudiantes de secundaria hizo un experimento, consistente en proponerles problemas sencillos y acordar que antes de dormir se concentrarían en ellos. Después de una semana comprobó como la mayoría había soñado con la forma de solucionar el problema, o bien, que en el contenido de sus sueños se encontraba la solución.
    También aplicó este estudio a problemas abarcando áreas más extensas, literatura, arte, buscando ejemplos de la resolución de problemas durante el sueño. Así, encontró tales ejemplos, desde problemas matemáticos a artísticos.
    Barnett postula : el sueño es un “tiempo extra” donde potencialmente cualquier problema puede ser resuelto, es un tiempo donde el estado mental trabaja muy visualmente y es más laxo en establecer relaciones.

    El link del artículo es: http://www.livescience.com/8373-dream-real-reasons-revealed.html

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